El sector audiovisual está perplejo ante la falta de noticias sobre la decisión del Gobierno en relación al Dividendo Digital. MTV se ha visto obligada a realizar despidos ante la posibilidad de quedarse sin canal y Unidad Editorial no consigue alquilar su señal en un futuro próximo. Mientras, el 4G necesita un espectro que sigue sin liberarse.
CONSECUENCIAS DE UN FUTURO INCIERTO
Esta situación ya ha provocado fuertes pérdidas a algunos grupos como Unidad Editorial, que no consigue alquilar su canal, después de tener que cerrar Marca TV al no poder invertir en un futuro impredecible. Unidad Editorial se encuentra inmersa en un proceso con fuertes recortes salariales y bajas incentivadas sin poder explotar uno de sus negocios más rentables. Nadie quiere invertir en una canal que, en breve, podría no existir.
El caso de MTV es más dramático, la cadena parece haber tirado la toalla y ha dejado de producir en España empezando, además, a externalizar sus departamentos con la consiguiente salida de trabajadores y la retirada de encargos a productoras españolas. Fuentes próximas a MTV han apuntado, en reiteradas ocasiones, que, ante la incertidumbre de su señal, se ven obligados a no producir reduciendo los gastos al mínimo. Muchas voces apuntan a que, para cuando llegue la resolución, el canal podría haber decidido ya retirarse del mercado español.
Los grandes Grupos, Mediaset España y Atresmedia, también ven peligrar sus inversiones pero, ante la falta de noticias, parece que han decidido seguir adelante con todos sus canales a la espera de una decisión que esperan sea favorable.
Por último, el tiempo apremia, y ahora entran en juego las telecos, que han invertido en el 4G, cuyo espectro ya salió a concurso y debería estar perfectamente organizado para enero de 2014, en tres meses, como les prometió el Gobierno, para iniciar un nuevo negocio que los principales operadores ven como un empujón esperanzador para el sector.
A día de hoy, cada Consejo de Ministros sin noticias hace que la inquietud y el malestar entre los grupos audiovisuales y las telecos aumenten al ver peligrar sus inversiones y negocios futuros. Todos piden que el Gobierno decida sobre el futuro de la TDT y, en consecuencia, del 4G.
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